16-06-2005

  20:12:01, por Lugris   , 1779 palavras  
Categorias: Gz é bem pequena

"Ser gallego es algo incómodo"

Xosé Manuel Pereiro entrevista para "El País" (nom ponho a ligaçom porque nom quero, nom me peta e nom me dá a gana), a Méndez Ferrín, Xose Luís Méndez Ferrín. Nem sei se é legal reproduzir os conteudos desse jornal, independente da manhám e dependente de quem todos e todas sabemos, mas se seguides lendo podedes ler a entrevista inteira, cortesia do Foro electrónico da Assembleia da Língua, aonde alguem a envio para ser comentada.

Sem dúvida, para os e as reintegracionistas, umha das partes mais interesantes é a que se refire a nós (e, por certo: algumha cousa estaremos a fazer bem quando entrevistado pola imprensa séria esta nom pode evitar perguntar-lhe por nós: ouveam, logo cavalgamos).

Ante umha pergunta do Pereiro, na que recolhendo (mal) umha opiniom do Jaureguizar (escritor novo!), di que "un autor joven, Jaureguizar, auguró hace poco un futuro gris porque
muchos de los que empiezan escriben en reintegracionista", o académico da "lingua", responde que "el reintegracionismo forma parte de esa tendencia suicida que hay en Galicia, de negarse a sí mismos, negar la existencia del idioma y del país. Ser gallego es algo incómodo, trabajoso, mejor ser otra cosa, grande, a ser posible".

Sem palavras. Nada novo baixo o universo ferriniano. Eu, que gosto da literatura que escreve este homem, mas nom me considero ferriniano, nom me surprende. Sempre di as mesmas cousas ante o mesmo tema. O surprendente, para mim, e por isso traio cá essa entrevista e este comentário, é que essas declaraçons coincidam no tempo com umha recolhida de assinaturas para a lista eleitoral na qual ele se apresenta nas eleiçons à CAG. E porquê me surprende? Pois porque nessa lista há algumha pessoa reintegracionista que assina, apoiando à lista da FPG e pedindo o voto para essa opçom, declarada e obsessivamente antireintegracionista.
Cousas veredes!

Cá vai a entrevista, em espanhol, que é como foi publicada no Babélia, a revista "cultural" do "El País".

BABELIA - 11-06-2005
XOSÉ MANUEL PEREIRO

El día en el que la Real Academia Gallega se plantee la aceptación de neologismos de uso más o menos común, uno de ellos será "ferriniano", el término que define a los seguidores de la obra, la ideología o la personalidad de Xosé Luís Méndez Ferrín (Ourense, 1938).
/Voce na néboa/ (1957) fue su primer libro de poemas, al que siguió /Percival/ /e outras historias/ (1958), y desde entonces no ha parado, en verso o en prosa, él o sus heterónimos. No es de los que se prodigan, pero ninguno de sus libros ha pasado inadvertido. En un relato breve, /Retorno a Tagen Ata/ (1971), proclamó y alentó la ruptura radical de toda una generación contra el galleguismo culturalista de la posguerra. /Con pólvora e magnolias/ (1977, Premio de la Crítica de Galicia y con traducción al castellano en Hiperión supuso una auténtica revolución en la poesía gallega de la transición. Sus tres últimas obras narrativas, /Bretaña Esmeraldina/ (1987), /Arraianos/ (1991) y /No ventre do silencio/ (1999) han acumulado media docena de premios (entre ellos dos de la Crítica de Galicia y uno de la Crítica Española).
Ferrín, un doctor en Filología con la presencia telúrica de los poetas irlandeses y la prestancia proletaria de Tom Jones, imparte clases desde siempre en el instituto Santa Irene, de Vigo, un viejo edificio de piedra rodeado de un jardín, en la zona donde la ciudad empieza a ser barrio obrero. La entrevista,
en la que despliega parte de sus facetas (de la vitriólica a la amable, reservándose la furibunda), transcurre en lo que parece ser una sala de profesores, al lado de los servicios donde un grupo de chicas fuman
clandestina y a la vez ostensiblemente.

*PREGUNTA. Si tuviese que explicar a sus alumnos la trayectoria del
escritor Méndez Ferrín...*

RESPUESTA. Yo explico /La Celestina,/ doy clases de literatura española.
No me veo como escritor, sino como un profesor que escribe. Incluso mi
actividad intelectual no se centra en la literatura, posiblemente ocupe
más tiempo en la lectura de historia, de lingüística, de ciencias
naturales...

*P. Como escritor tampoco participa demasiado en los círculos literarios.*

R. En algunos no participo y en otros no me dejan participar. En la Real
Academia Gallega entré siendo ya viejo. No es una queja. Existo como
escritor porque no rindo pleitesía a ningún círculo.

*P. Sin embargo, en Galicia es un escritor de éxito...*

R. Lo de "éxito" en un sistema literario con tan pocos lectores que
puedan leer en su idioma es más que relativo. En las librerías, en la
mesa de novedades no hay obras en gallego. En las listas de ventas de
los periódicos de aquí, además de las dos columnas de "ficción" y "no
ficción", hay una tercera, "galego", en la que están mezclados la
narrativa, la poesía, el ensayo y los libros de cocina. Ése es el
pensamiento dominante. El escritor gallego es un escritor subalterno.

*P. Los gallegos que escriben en castellano se quejan, sin embargo, de
déficit de atención.*

R. Caso de Cela, de Valle-Inclán... [ironiza perfectamente serio]. Lo
que es un fenómeno nuevo y dominante es la tendencia al monolingüismo,
no hay muchos escritores bilingües como en generaciones anteriores.

*P. Tuvo una infancia entre Ourense y Celanova, en la frontera con
Portugal, con el maquis, los huidos, la represión, como telón de fondo.
Todo esto aparece en sus historias, pero la forma se nutre en otras
influencias menos cercanas.*

R. En todas las épocas los creadores gallegos tuvieron una cierta
tendencia al cosmopolitismo, quizá para contrarrestar los campos
gravitatorios del español o del portugués. Antes tenían cultura latina,
helenística o francesa, y desde mi generación es muy frecuente que estén
muy atentos a lo que pasa en el mundo y manejen otros idiomas de
lectura. Los autores que percibí en mi adolescencia, los que dejaron
mayor huella, fueron Poe en prosa y Leopardi en poesía, claro que, en mi
obra, de Poe puede haber algo, pero de Leopardi, nada.

*P. Lo que hay es esa mezcla de épica y lírica un tanto irlandesa.*

R. Como gran parte de los autores del siglo XX, tengo una gran
receptividad hacia la literatura medieval, no en vano nuestra cultura
floreció en la Edad Media y en el Renacimiento entró en un ocaso largo y
triste. Muchos vimos el tema del rey Arturo y el ciclo bretón como un
espacio onírico cargado de sentido, una mitología útil para comprender
nuestro tiempo, los mecanismos de la esperanza colectiva. Las leyendas
irlandesas y galesas transmitidas a través del ciclo artúrico de
Chrétien de Troyes tuvieron una enorme repercusión aquí, desde Ramón
Cabanillas y Álvaro Cunqueiro a Manuel Rivas y Darío Xohán Cabana. Ese
mundo fue recreado desde la más rabiosa y beligerante contemporaneidad.
Esa mezcla entre lo medieval y la vanguardia, unida a la reflexión sobre
el tema de la dependencia, está muy presente en parte de mi obra y en la
de otros autores, pasados y actuales.

*P. Otra influencia irlandesa es el tema del traidor y del héroe, la
pugna fratricida. Usted ha estado en todos los conflictos del nacionalismo.*

R. Somos producto de la contradicción, es lo que nos hace crecer, y no
tenemos que cerrar los ojos ante ella y hacer una literatura
estupefaciente, como decía Castelao.

*P. En la faceta de lector o en la de escritor, ¿cómo describiría el
panorama actual de la literatura gallega?*

R. La hoja de ruta de nuestra literatura está ya en el Padre Sarmiento y
la voluntad de construirla como sistema, consciente o inconsciente,
aparece ya en el siglo XIX. Con respecto a etapas anteriores, hoy la
literatura gallega se ha consolidado como un sistema complejo, no
unidireccional, con tendencias contrapuestas. Es una literatura
nacional, como puede ser cualquier otra de un país con estado propio. En
este sentido, está mucho más avanzada que la sociedad, es mucho más
independiente. Y en el aspecto literario, creo que tienen razón los que
dicen que atraviesa una edad de oro.

*P. Un autor joven, Jaureguizar, auguró hace poco un futuro gris porque
muchos de los que empiezan escriben en reintegracionista.*

*[Con grafía y vocabulario convergente con el portugués].*

R. El reintegracionismo forma parte de esa tendencia suicida que hay en
Galicia, de negarse a sí mismos, negar la existencia del idioma y del
país. Ser gallego es algo incómodo, trabajoso, mejor ser otra cosa,
grande, a ser posible.

*P. ¿Cree que su militancia política ha afectado a su proyección como
escritor?*

R. No sólo no me perjudicó, sino que me enriqueció asumir mi pertenencia
a lo que en tiempo de Engels se llamaba /Tendeliteratur,/ y que Sartre
popularizó después como "literatura comprometida". Me alegró de que le
diesen el Nobel a Elfriede Jelinek, que analiza la realidad con
intereses políticos, como me alegré de que se lo hubiesen concedido a
Seamus Heaney, que camina en la misma dirección. No hay literatura,
incluso la más átona o aséptica, que no sea portadora de una ideología,
aunque sea la de que no se muevan las aguas del estanque. La /Eneida/ es
un canto a la fundación del Imperio en Roma y nadie le reprocha a San
Juan de la Cruz su pensamiento misticista. Las letras lo soportan todo,
siempre que el escritor sea escritor. Lo que pasa es que algunas ideas
molestan y otras no.

*P. ¿Escribir en gallego sigue teniendo un componente ideológico?*

R. La literatura gallega, desde que reaparece en el XVIII, está ligada a
las corrientes más innovadoras en lo político y en lo científico, al
liberalismo, al republicanismo, al antifranquismo y al nacionalismo y,
salvo casos anecdóticos y tránsfugas, nunca tuvo que ver ni con el
carlismo, ni con la Iglesia católica, ni con los poderes establecidos.
Es revelador que el máximo exponente sea Rosalía, que era mujer y pobre,
con muchos problemas personales. Con los matices y las excepciones que
quiera, creo que todos los escritores participamos de la misma visión de
Galicia y del mundo. Cíteme usted alguno que vaya a votar a Fraga Iribarne.

Sem comentários ainda